insights de un año único
- Luisa Espejo

- 29 dic 2020
- 4 Min. de lectura
¡Que año!, uno nada fácil, es más, el más difícil que hemos tenido que atravesar desde hace mucho tiempo. Para todos ha sido un año retador, en el que hemos tenido que apelar a nuestra creatividad, paciencia, tolerancia y empatía para poder sobrellevarlo.

El 2020 trajo consigo muchos retos, a todo nivel. Y esta vorágine de cambios y adaptaciones obligaron a muchas marcas a cambiar estrategias, a mirar con otros ojos a su consumidor, y en muchos casos a darle un enfoque emocional a toda estrategia que se ejecutara.
Muchos autores han mencionado la relevancia de conectarse emocionalmente con los consumidores, de establecer un vínculo que vaya más allá de los beneficios funcionales y que más bien, sea un vínculo de confianza, admiración y lealtad. Y sí, claro, en teoría suena bien pero si nos ponemos a pensar, no es fácil conectar con alguien emocionalmente. Pensemos un momento en las relaciones interpersonales que tenemos, qué tan fácil se nos ha hecho lograr conexiones significativas, de confianza, de cariño sincero, qué tan fácil es lograr que la otra persona se abra emocionalmente y con esto permitir que nosotros toquemos una fibra emocional.
No es fácil, en general a las personas no les gusta mucho ser emocionales, y desgraciadamente culturalmente es un aspecto que se ha reforzado, y que en los últimos años se ha tratado de cambiar con publicidades más emocionales, con mensajes que apelen a emociones significativas. Marcas como Coca-Cola lo han logrado, convertirse en una lovemark, en esa marca que trasciende al producto per se.
En este contexto, llegó la pandemia, definitivamente a todos nos movilizó, y no solo desde un nivel racional, sino más bien emocional, sentimientos y emociones de cuidado, solidaridad, empatía, amor a la familia, respeto se hicieron presentes. Las personas activaron emociones y sentimientos sociales, unos más que otros.
Para algunos ha sido más difícil que para otros, pero creo que en general todos, sin excepción hemos tenido que aprender, desarrollar habilidades, atender y escuchar nuestras emociones. Es un año que nos obligó a resignificar muchas cosas, hábitos, relaciones, trabajos.
No quisiera caer en frases clichés, pero es probable que en este momento no seamos conscientes de todo lo que hemos cambiado y aprendido. De un tiempo a esta parte, la mayoría vivía en piloto automático, corriendo con el día a día, atentos y dependientes de las redes sociales y qué moda y tendencia nos dictaban, con poco tiempo para nosotros y para nuestra familia.

Y en ese sentido este año, a pesar de todas las dificultades que engloba esta pandemia, nos permitió conectarnos con esos aspectos que estaban relegados por las obligaciones y el estrés diario. Ahora, es cierto que muchos experimentamos otro tipo de estrés, preocupados por no enfermarnos, por no perder el trabajo; y esto en definitivamente generaba mucha ansiedad. Es más, producto de esto, aumentaron las consultas psicológicas y muchas personas cayeron en depresión. Es cuando nos preguntamos, ¿Entonces este año nos ayudó? ¿Tiene algo positivo?, y pues a pesar de todo creo que de cierta manera sí, a veces es necesario una crisis para valorar y encontrar oportunidades, y para caer en cuenta que: la salud mental es tan importante como la salud física, tener un trabajo es tan importante como tener tiempos para dedicarse a sus pasatiempos y el deporte, dedicarle tiempo a tu familia es tan importante como dedicar tiempo en uno, preocuparte por tus seres queridos es tan importante como generar empatía con el otro.
Las marcas no podían quedarse atrás, y fue imperativo que se adaptaran a su cliente, pero no una adaptación de un “nuevo hábito” sino más bien una adaptación a “nuevas emociones y sentimientos”. En este sentido apelar a emociones podían resultar “fácil” porque los consumidores estaban de cierta manera vulnerables y receptivos a encontrar marcas que los apoyen, que los entiendan. ¿Qué hicieron algunas marcas?, no solo les vendieron soluciones funcionales, sino les dieron su apoyo, les hablaron, les dijeron acá estamos en este momento difícil, me compraste por mucho tiempo y hoy estamos juntos.
Suena romántico e idealista, en cierto sentido, pero creo que esta coyuntura podría marcar un cambio en la manera cómo nos conectamos con nuestros clientes, cómo queremos que nos recuerden y qué emociones queremos que despierten cuando escuchan nuestro nombre. Algo así como cuando escuchamos el nombre de la persona que nos gusta o de alguien que le tenemos un afecto especial. Lo que despierta es invisible a la racionalidad, es más bien una respuesta inconsciente de una emoción, una sonrisa, un comentario positivo, un suspiro. Y para esto es indispensable generar confianza.
¿A qué quiero llegar cuando me refiero a que generemos confianza? Creo que es el primer paso para lograr una relación a largo plazo, ¿Cómo?, con el poder del ahora, no el de después, compartiendo un lenguaje e intereses comunes a tu target, vendiendo soluciones apalancadas en ocasiones de consumo, comunicándonos con empatía y datos, generando estrategias para el “mantenimiento de la confianza”. La clave está en segmentar a tu cliente y saber en qué etapa del “embudo de confianza” se encuentra, y de esa manera generar estrategias direccionadas y articuladas y por supuesto no dar las cosas por hechas.

Es, en este sentido, que la pandemia nos abrió la mente, y nos hizo identificar que hay otras cosas importantes más allá de nuestras prioridades pre-pandemia. Entendimos que nosotros estamos de paso, que ese control que creemos tener de la vida es una ilusión.
Muchos ahora valoran el día a día, y es que claro hemos caído en cuenta que la vida no es tan larga como nosotros quisiéramos que sea y que las cosas pueden dar un giro en cualquier momento.
Para mí particularmente fue un año complicado a nivel laboral, sin embargo, a nivel general fue como un proceso de “cambio” de piel, de cuestionamientos y de tener más claro como quiero vivir mi día a día.
¡Quiero desearles a todos un muy feliz año y que todos sus proyectos encuentren la mejor forma de crecer en este 2021!







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